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La motivación representa un elemento imprescindible en los profesionales y en los equipos de trabajo para alcanzar el rendimiento óptimo.

¿Qué técnicas de  motivación laboral pueden incorporar las empresas para fortalecer sus equipos?

¿Cómo deben implementarlas los directivos para que surtan efecto y se mantengan en el medio-largo plazo?

Trabajar elementos como reputación, ejemplo, confianza o comunicación permite construir relaciones sólidas que faciliten un entorno profesional motivador.

Índice

Tipos de motivación laboral

Como sabemos, la motivación laboral influye de forma directa sobre el rendimiento de los trabajadores.

Realmente tiene su lógica, puesto que un empleado que siente que su empresa se preocupa por su propio bienestar, mejora su implicación y su compromiso con ella.

Para entender el contexto en el que se mueven las diversas técnicas de motivación laboral hay que saber diferenciar dos tipos.

Intrínseca

Aparece gracias a la satisfacción laboral personal que produce la ejecución de una determinada tarea dentro de la empresa.

Proviene, por lo tanto, de la propia persona. Es el profesional quien se estimula a sí mismo al sentir que aporta valor a la organización y que crece con ella.

Extrínseca

Como la propia palabra indica, la motivación laboral extrínseca procede de un agente externo. Requiere de la intervención de las acciones de otros.

10 técnicas para mejorar la motivación en la empresa

La actitud de las empresas incidirá tanto en la motivación intrínseca como extrínseca.

Por eso conviene tener en cuenta estas 10 técnicas efectivas para mejorar la motivación laboral en las organizaciones.

1. Dar ejemplo

Un directivo debe ejercer el ejemplo como espejo ante el resto de la organización. Los empleados deben percibir que cree en lo que hace.

La seguridad genera confianza en todo el equipo de trabajo y esto ayuda a alcanzar las metas comunes.

2. Sólida Comunicación Interna

La base del conocimiento en la empresa se ejecuta a través de una adecuada estrategia de Comunicación Interna, que no debe ser unidireccional sino de ida y vuelta.

El intercambio de diversos puntos de vista, conociendo las expectativas y aspiraciones de cada uno, ayuda a hacer equipo.

3. Practicar el refuerzo positivo

La exigencia forma parte del trabajo y de la responsabilidad de cada empleado, y así debe explicarse, pero al mismo tiempo se deben ejercer los refuerzos positivos para elevar la moral y generar confianza mutua.

4. Vigilar la asignación de tareas

Cualquier trabajador debe de realizar tareas para las que esté capacitado.

Cuando un empleado realiza actividades que están por debajo de sus capacidades, comenzará a sentirse infravalorado y repercutirá en su rendimiento.

Se obtendrá el mismo resultado cuando se le exija que ejerza funciones para las que no está preparado, provocando frustración.

5. Toma de decisiones compartida

Es bueno contar con los empleados en la toma de decisiones que tengan una naturaleza estratégica.

Solo sintiéndose partícipes de ellas podrán comprometerse al máximo.

6. Aportar flexibilidad

Medidas como la aplicación de jornadas más cortas, teletrabajo, mejores horarios, días de descanso tras un sobreesfuerzo suponen un extra de motivación.

En este sentido, una buena política de viajes ayudará a mantenerla durante los desplazamientos a otras ciudades en caso de ser necesario para el desarrollo de la actividad.

7. Cuidar el clima laboral

Las encuestas de clima laboral honestas y sinceras permiten corregir desequilibrios internos y realizar los cambios oportunos para fortalecer los lazos que unen al profesional con la empresa.

8. Entorno adecuado

A todo el mundo le gusta trabajar en un lugar que esté bien aclimatado, iluminado, etc.

En el trabajo se pasan muchas horas al día y un espacio acondicionado para ejercer las tareas siempre suma.

Esto también hay que tenerlo en cuenta en el traslado a otras regiones, así como en el alojamiento para empresas, donde en Homy Space os podemos asesorar para encontrar el espacio más adecuado y acorde a las necesidades de vuestros empleados.

9. Salarios justos

Un trabajador que se sienta mal pagado estará a disgusto en su puesto.

En el medio y largo plazo provocará caídas de motivación y productividad.

10. Ascensos y oportunidades

El ascenso representa una gran oportunidad para premiar el esfuerzo de un empleado al que por su valía se le quiere motivar de manera especial.

Cabe tener especial cuidado en estos casos, dado que un ascenso mal ejecutado, o que no retribuya méritos profesionales reales, terminará provocando recelo en el resto de los empleados y su desánimo.

Al igual que, como hemos visto, existen medidas para incentivar la motivación, también hay otras que provocan el efecto contrario.

La desmotivación puede derivar incluso en lo que se conoce como el Síndrome de Burnout o del trabajador quemado.

Una enfermedad laboral, generada a partir de un estrés crónico, que enturbia el ambiente y que puede transmitir este sentimiento negativo al resto de la empresa.

Sus consecuencias en términos de rendimiento de los equipos y productividad personal pueden resultar fatídicas.

Conclusión

Existe cierta tendencia en las empresas a pensar que no hay nada como trabajar bajo presión para obtener el mejor rendimiento de los trabajadores.

Sin embargo, en un momento en el que organizaciones de todo el mundo compiten por el mejor talento, solo aquellas que trabajen de la forma adecuada aspectos como la motivación laboral lograrán amplias cotas de liderazgo y compromiso.

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